A través de nuestras emociones tenemos acceso a un conocimiento realmente valioso sobre nosotros mismos, ya que representan una parte fundamental de nuestra identidad. El primer paso hacia la consciencia emocional es poder identificar y describir lo que sientes y por qué.
Mientras más claridad y mejor conocimiento tengamos de nosotros mismos, más posibilidades tendremos de poner nuestras fortalezas en acción para gestionar adecuadamente nuestras emociones.
Si nos dieramos cuenta del potencial que tiene poder comprender y manejar nuestras emociones… darnos cuenta qué sentimos, cómo lo sentimos y qué hacemos con eso que sentimos y lo explotáramos a nuestro favor, sería un herramienta muy poderosa para el manejo de nuestras relaciones, para nuestro desempeño laboral, incluso para nuestra satisfacción personal.